Después de la polémica iniciada por el
Europarlamentario, al que habría que
recordar que cuando no se está de acuerdo con determinada postura lo más ético
es denunciarla e incluso retirarse de su trayectoria antes de acaparar una
canonjía para varios años aprovechándose de su posición en la misma, viene
también a cuento recordar a la líder de UPyD, que ya sabemos de donde procede, que no es la
primera vez, ni parece será la última, en que ella y su formación son puestas en
solfa en aquello relativo a “falta de
democracia interna y autoritarismo”.
Muy sabroso en relación con ello es el contenido de
la “carta abierta” dirigida al
diario FARO DE VIGO por el responsable de UPyD en la ciudad de Vigo, Dr.
Larrauri, antes de las pasadas elecciones europeas.
En esta
ocasión el denunciante si tuvo la suficiente ética y decencia de abandonar la
nave.
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