La llegada al poder de la derecha catalana, (CIU), está poniendo en evidencia, una vez mas, cual es la máxima de los gobiernos de tendencia conservadora y liberal.
Durante el período del anterior gobierno catalán, (tripartito), las inversiones en Sanidad, Educación y Dependencia fueron suficientes para mantener a esta Comunidad en la cabeza de las de mayor inversión en estas áreas, con apertura de numerosas nuevas infraestructuras (centros de salud y centros educativos); todo ello con independencia de los mayores o menores errores que en otras disciplinas pudieran cometer. PERO AHORA, HABLAMOS DE POLITICAS SOCIALES.
Sin embargo, nada más llegar el nuevo “president”, Sr. Mas, se aprovecha el necesario e inevitable recorte presupuestario a que nos ha abocado la crisis, que no ha sido creada precisamente por las clases más desfavorecidas, para rebajar, en primer lugar, las partidas destinadas a políticas sociales, con evidente merma de la calidad de sus prestaciones; la protesta de sanitarios y educadores ya ha surgido y las calles están siendo testigo de las mismas.
Por otro lado está proponiendo, sin el menor rubor, una rebaja fiscal (IRPF) para las rentas más altas.
Clara política conservadora; menos gasto social y menos ingresos obtenidos de las clases mas favorecidas.
En nuestra Comunidad, ya acostumbrada desde hace tiempo a sufrir estos desmanes económicos, ya sabemos de que van los recortes que día a día impone el gobierno de la Sra. Aguirre: en Educación, menos centros públicos y mayores ayudas a concertados, en Sanidad, privatización galopante con menores servicios y mayores tiempos de espera en especialidades e intervenciones, áreas únicas que difuminan y entorpecen hasta la asistencia primaria, en Dependencia, años transcurridos sin un censo aún terminado y retrasos interminables en la aplicación de las ayudas.
Seguramente, si repiten legislatura, habremos de ver actuaciones similares a las de Cataluña, incluido el copago sanitario, ahora tan negado por la cercanía de las elecciones; cuatro años dan para mucho.
De momento ya tenemos una muestra: se convocan nuevas plazas de profesores de educación, pero ojo los exámenes serán para el otoño, lo cual indica que transcurrirá un nuevo curso con precarios medios humanos para atender a nuestros pequeños y jóvenes.
No vale achacar todos los males al Gobierno Central y al presidente de turno, ahora el Sr. Zapatero, pues las competencias de las áreas a que nos estamos refiriendo llevan largo tiempo transferidas y largo tiempo mal gestionadas desde su punto de vista social.
Menos asesores, menos cargos de confianza, menos gastos ostentosos y de representación, menos publicidad “ad maiorem gratia dei”, menos prebendas y donaciones a instituciones y organismos afines, menos gastos en televisión comunitaria manipulada, y mejor gestión, dan igual resultado: rebajar el presupuesto sin necesidad de disminuir las partidas destinadas a políticas sociales.
Es de esperar que aquí como en Cataluña llegará el momento de la protesta, pues toda política tiene un límite y estamos a punto de alcanzarlo, si no lo hemos rebasado ya.
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