jueves, 27 de agosto de 2020

EL PELIGRO DEL PODER


“Hoy la Tortuguita se ha levantado filosófica”

Desde la aparición del homínido sobre nuestro planeta, incluso antes pues entre especies animales anteriores se daba igualmente este fenómeno, la consecución y el ejercicio del “poder” ha sido la meta de la especie humana, en principio a nivel individual, por la supervivencia, y después a nivel grupal por el desarrollo, afianzamiento y dominio de la sociedad en que, en cada momento, estaba inmerso.

No descubro nada nuevo, pues todo ello es un hecho comprobado y asumido con los estudios realizados sobre la evolución de las numerosas civilizaciones anteriores a esta en la que actualmente nos encontramos.

Estos estudios y conocimiento han dejado al descubierto el “peligro” que supone el poder mal ejercido y numerosos filósofos, historiadores e intelectuales lo han puesto de manifiesto a través de numerosas frases, unas reales y otras atribuidas exactas o parecidas, pero totalmente definitorias de este fenómeno.

Ya en los años 650 a.c., el estadista y uno de los siete sabios de Grecia, Pitaco de Mitilene, parece que dejó una contundente aseveración sobre este asunto; se trata de la siguiente o muy parecida frase, según distintos registros:

” Si queréis conocer a un hombre, revestidle de un gran poder”,
demoledora, pero muy cierta. No tenemos más que mirar a nuestro alrededor y comprobar.


Mas recientemente, nuestro “querido profesor” Tierno Galván nos dejaba otra perla, tal como,

” El poder es como un explosivo: o se maneja con cuidado, o estalla”,
Al igual que la anterior difícil de rebatir, a la vista de lo que muchos de nosotros hemos vivido o estamos viviendo.

También de época mas reciente la del político e historiador inglés Lord Acton,

” El poder tiende a corromper, el poder absoluto corrompe absolutamente”,

y la del poeta y dramaturgo español Antonio Gala,

” Al poder le ocurre como al nogal, no deja crecer nada bajo su sombra”

Todo ello, además de alertarnos sobre el rechazo total a cualquiera de los pensamientos totalitaristas que todos conocemos, que nos rodean y que pretenden invadirnos, nos previene, dentro de nuestro sistema democrático, sobre el peligro de delegar el poder, sin el adecuado y posterior control, en quienes por su cortedad de miras, por su sesgo absolutista o simplemente por su irresponsabilidad pueden hacer, como en el pasado siglo ha sucedido, descarrilar movimientos sociales de calado y convertirlos en regímenes dictatoriales imposibles de aguantar y sostener.

La megalomanía ya tuvo su momento álgido en las épocas de Luis XIV y Luis XV de Francia, con sus respectivos,

” El Estado (o el poder) soy yo”
“ Después de mí el diluvio”

Quedémonos por todo ello, e intentemos seguir con honestidad, el mensaje contenido en una de las frases del gran escritor y fabulista francés Jean de la Fontaine, quien entre sus muchos consejos nos aporta el siguiente,

” Cualquier poder, si no se basa en la unión, es débil”

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