Es evidente que quien más, quien menos, casi todos tenemos la ocasión de poder almacenar, en algún momento, uno o varios cadáveres en nuestro armario.
Por eso, aquellos que durante más tiempo han tenido la oportunidad de mangonear en todo tipo de asuntos, principalmente públicos, debido a su posición de mayoría incuestionable y por ello han actuado de forma prepotente, oscurantista, negando controles y haciendo del gobierno de la Institución su particular cortijo, son los que con toda seguridad más podredumbre almacenan en sus baúles.
Cuídense, por tanto, de los "idus de Marzo" pues la memoria ciudadana tiene largo recorrido y seguramente en plazo más breve que largo vayan viendo como sus miserias son puestas al descubierto.
Aunque todo su empeño sea el intento de ensuciar a quien aún, y por mucho tiempo más, estará, a su pesar, limpio de mácula deberían en primer lugar cuidar su soez, mendaz y descalificatorio discurso y en segundo no agitar avisperos que solo problemas pueden ocasionarles.
No es un consejo, es una advertencia.
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