Como en años anteriores y en estas fechas coincidentes con el día Internacional LGTB, nuestra Biblioteca de Moral, tiene la delicadeza de publicitar, como apoyo a la reivindicación de derechos de estos colectivos, su visibilidad y su problemática social, una serie de títulos literarios, y sus autores, relacionados con esta temática.
Esta
publicidad se realiza en los expositores que se ubican en los paramentos de la
escalera de la Biblioteca.
Pues
bien, por segundo año consecutivo esta cartelería ha sufrido una incívica agresión
y ha sido arrancada de su ubicación, de manera brutal e intencionada.
“Ya
están los “descerebrados de siempre”, rompiendo, pintando y destrozando todo lo
que encuentran a su paso”.
Craso
error, los hechos contrastados nos demuestran que tenemos que analizar más
profundamente la sociedad en que nos encontramos y a algunos de los individuos
que en ella medran.
Pudiera
ser que pudiera, que alguno de nuestros adultos más asiduos a esta casa,
sede de la Cultura y a la que acuden a nutrirse de ella para engrandecer su
aparente aura de intelectualidad, tuviera arte y parte en esta cobarde e inicua
agresión, que lo único que genera, aparte de su estulticia y sectarismo, es
mayor trabajo a los esforzados y eficientes empleados de nuestra Biblioteca que
deben trabajar nuevamente para restaurar su felonía.
Evidentemente,
en esta sociedad cada día va siendo más difícil poner la mano en el fuego por
nadie.
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