Arboreto en la Dehesa Vieja

Un importante y emblemático espacio natural, entre los muchos que tenemos en nuestro municipio, es la “Dehesa Vieja” que en la actualidad ha recuperado su ancestral aprovechamiento ganadero, compartiéndolo con el disfrute ciudadano, al haber quedado integrada dentro de la zona urbana de esta localidad.

Muchos son los ataques recibidos por este espacio desde comienzos del siglo XXI intentando que el “ladrillo”, en una u otra forma, acabara con su idiosincrasia natural; de ese modo, proyectos como una “macro ciudad universitaria”, otro proyecto “educativo con unión de carreteras encubierta”, pasando por “un campo de golf rústico” y finalmente un “colegio fantasma” para el que nunca existieron fondos ni intenciones, fueron la punta de lanza que pretendía culminar en la total urbanización de este espacio público.

Para ello, incluso, no se dudó por anteriores corporaciones en malgastar en su momento una cifra de 600.000 € públicos, para comprar unos terrenos rústicos que suplieran a los que se quería masacrar con esa “rentabilización urbanística”.

  

Afortunadamente no se consiguió la jugada, gracias a la respuesta decidida de los vecinos, y ese dispendio innecesario, al menos y aunque muy caro, ha servido para ampliar en 100.000 m/2 nuestros espacios naturales. Por cierto que nunca los responsables de esa dilapidación de nuestros fondos públicos dieron la cara para explicar la misma. Mejor guardar silencio, pensaron. 

Ahora, dentro del respeto medioambiental que se respira en nuestro municipio, en uno de los espacios últimamente destinados a iniciar una de las agresiones citadas se está comenzando la construcción de un Arboreto de especies autóctonas  combinando los múltiples usos que nuestra Dehesa permite. 

  

Este recinto que esperamos pronto ver terminado, junto con los demás espacios y actividades que se vienen promocionando en la dehesa, a pesar de las agresiones vandálicas y gratuitas de unos cuantos descerebrados, pretende servir de espacio de recreo y de enseñanza para futuras generaciones de vecinos que deseamos más respetuosas con nuestra Naturaleza.

De la educación que demos a nuestros pequeños dependerá o no el éxito.