Por fin, ¡¡ terminaron las fiestas en nuestro
querido Moralzarzal !!
Se acabaron las incontrolables micciones antihigiénicas,
aunque
existían sanitarios suficientes a este fin.
Se acabaron las gratuitas infracciones de “algunos establecimientos”, aunque
existían claras normas al respecto.
Se acabaron los ruidos y molestias de “algunos” incontrolados,
aunque se
les había facilitado espacio adecuado para divertirse sin que incordiaran a los
vecinos.
Se acabó el vandalismo, al ensuciar de manera
gratuita y con la acumulación de basura y envases de todo tipo en nuestras
calles, aunque
se habían colocado recipientes específicos para mitigar todas estas
actuaciones.
Se acabó en fin, el comportamiento incívico de una
parte de vecinos y/o visitantes que amparados en la masa, el alcohol y el
anonimato, se saltan habitual y repetitivamente todas las normas de
comportamiento, sanitarias, higiénicas y de convivencia establecidas, en este
tipo de eventos anuales.
La Tortuguita, particularmente y quizás
por su naturaleza tranquila y reposada, no es ferviente ni mediana defensora de
los festejos multitudinarios, tales como las Fiestas Patronales de las
distintas localidades que, por lo expuesto anteriormente le genera un nivel de
rechazo y estrés elevado, pero que no
obstante logra combatir y superar poniendo en positivo lo siguiente:
- Que todo lo negativo expuesto, no puede por supuesto
anular o cohartar el derecho de la gran mayoría de los vecinos a disfrutar
de la variada programación de unas jornadas lúdicas, de encuentro, de disfrute
sano en definitiva como:
- Las actividades para los niños en multitud de actos
programados para ellos.
(bolo encierro,
ajedrez, talleres, juegos, titiriteros, espuma, ferial)
- Las pruebas deportivas para niños y mayores.
(ajedrez, carreras
populares, futbito, baloncesto, petanca)
- Música y actos de diverso tipo para todas las edades.
(dianas, orquestas,
moral rock, grupos musicales, magia, baile moderno, rondón, batucada)
- Otros actos.
(cucañas, tirasoga,
exhibición canina, encierros, novilladas, Fuegos artificiales y actos gastronómicos,
- huevos, desayuno mayores, caldereta-)
Como, desgraciadamente, la perfección no es posible
por más que se intente, quedémonos con el recuerdo de lo positivo e intentemos
continuar mejorando, como hasta ahora, en variedad, seguridad, control y
acumulación de medios paliativos, aunque no se pueda llegar totalmente a lo que
cada uno considere óptimo.
Hasta el próximo año.