Al
final, dice la Tortuguita, va a ser
cierto, como decía Jorqe Manrique, que “cualquier
tiempo pasado fue mejor”
Como
añora nuestra simpática vecina aquellos Plenos
que duraban 15 minutos.
Como
echa en falta aquellas dotes oratorias
del Equipo de gobierno de entonces (PP) que para argumentar contra cualquier opinión, propuesta u oposición de los
restantes partidos, votaban
sistemáticamente con la coletilla “a
favor”, y daban por zanjado el asunto.
Que
nostalgia tiene de esos momentos en que llegados al punto “Informes de Alcaldía y
Concejalías delegadas”, todos y cada uno de los implicados repetían de
forma repetitiva: “nada que informar”.
Y tantas y tantas otras cosas.
Aquellos sí que eran plenos transparentes,
participativos e interesantes; no como
ahora que duran una eternidad, que el Equipo de Gobierno nos abruma con
datos, rebate argumentaciones, explica adecuadamente sus posturas y los vecinos tienen la posibilidad de verlo y valorarlo “in situ”, “in tempo” (on line) y más tarde “in video”.
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