HIPOCRESÍA Y POLÍTICA RASTRERA

Elaborado y reprobable ejercicio de hipocresía política el que pretende llevar a cabo actualmente el PP de Moral intentando, con declaraciones y actuaciones extemporáneas, justificar lo injustificable.

Durante años ha ignorado las demandas de oposición y vecinos para reclamar las oportunas reparaciones a la empresa que realizó la obra de adoquinado de la Avda. de la Salud y la c/ Antón y ha permitido además, a pesar de tener el poder absoluto en su mano (mayoría en el Ayto. y en la Comunidad) para solucionarlo, que la obra se haya ido deteriorando hasta alcanzar el nivel que actualmente ostenta.

Y ¿por qué ha obrado así?; pues debido a que la obra fue realizada dentro del plan PRISMA, por la empresa pública NUEVO ARPEGIO, que dependía final y jerárquicamente del Director General de Cooperación con la Administración Local, Sr. Jaime González Taboada, que mantenía unas relaciones muy cercanas con nuestro exalcalde y su Equipo de Gobierno del PP.

Por tanto, no era cuestión de incordiar en demasía a los superiores, cargos o instituciones, no fuera a ser que se molestaran con estas reclamaciones.

Este magnánimo prócer nombrado hace poco Consejero de Medio Ambiente Administración Local y Ordenación del Territorio, por Cristina Cifuentes, es además quien ha premiado, quizás por esa y otras connivencias, a nuestro anterior Alcalde con el cargo actual que ostenta.

Y política rastrera es que ahora, cuando la firma NUEVO ARPEGIO se niega a atender a nuestros legales representantes ignorando sus requerimientos para hablar de este asunto, los representantes del PP, aprovechando el color político, pretendan convertirse ante los vecinos de Moral en “salvadores”, intentando ningunear a nuestra Institución local en vez de reforzarla.

Peor aún es que después de ser aprobada en Pleno municipal la interposición de acciones judiciales contra la Dirección General de Administración Local y la firma NUEVO ARPEGIO, por negarse a abordar adecuadamente las oportunas reparaciones, el PP presente un escrito solicitando que el Pleno anule la acción judicial aprobada porque “en una visita realizada por ellos a dicha empresa, les han manifestado su intención de buscar una solución favorable”.

Señores, tras años de incuria no valen manifestaciones o intenciones, lo que vale son compromisos escritos y firmados, lo que hasta ahora se les ha venido negando sistemáticamente a nuestros actuales gestores.