Hace mucho
tiempo, en una galaxia muy muy lejana …
Existía un partido fuerte (IU), social y de lo que se entendía por izquierda, que aspiraba a
ser en algún momento la alternativa, o bisagra necesaria, ante el incipiente bipartidismo que las dos fuerzas
dominantes en el Imperio (PP) y (PSOE),
apoyadas alternativamente por las separatistas
y “pancistas” fuerzas de sistemas estelares periféricos (PNV) y (CDC), pretendían imponer a
toda la democracia de la galaxia.
La lucha era encarnizada, pues las fuerzas
dominantes contaban además con el arma secreta del lado oscuro, el poder financiero, que apoyaba, según
favoreciera a sus intereses, a cualquiera de estas dos fuerzas cuando se hacían
con el poder.
Entonces, para intentar equilibrar la contienda, IU comenzó a coquetear con las fuerzas de los sistemas periféricos, adoptando,
en cada uno de ellos, bastantes de sus criterios en la esperanza de que ello le
hiciera crecer en fuerza. Sin embargo, el resultado fue desgraciadamente el
contrario; no contó con que los intereses de los sistemas periféricos eran insaciables e inatendibles en todas sus
demandas y ello hizo que esta fuerza se fuera diluyendo como un azucarillo en
agua, pues ya no hablaba el lenguaje de
toda la galaxia, sino uno distinto en cada lugar en que estaba establecida,
y ello le llevo a su práctica desaparición.
Esto, por supuesto, es un análisis y una opinión personalísima de la TORTUGUITA pero
viene a cuento de lo que actualmente está sucediendo con el emergente PODEMOS, tras los resultados de las
pasadas elecciones generales.
No parece muy comprensible ni lógico para los
votantes que, tras la presentación de un amplio programa electoral de 388 puntos, con un contenido social,
reformista y atractivo en cuanto a la lucha contra lo que ellos llamaban
privilegios de “casta”, ahora resulte
que un único punto, el 277 (Derecho a decidir) incluido dentro del epígrafe
Modelo territorial, sea el indispensable y el impedimento para intentar
llevar a cabo los restantes 387.
Parece que PODEMOS
está olvidando sus planteamientos
globales y se está dejando mecer en brazos de las fuerzas periféricas que imponen
a su actuación este cumplimiento programático antes que cualquier otro.
La TORTUGUITA
no cree necesario recordarles que ningún programa se cumple íntegramente en una
legislatura y muchos puntos ni siquiera llegan a ser considerados. También, que hay tiempos y formas para llevar adelante cada uno de ellos.
No se trata de renunciar a nada en principio, pero
ojo, sus coqueteos con las mareas, los soberanismos y los
independentismos, pueden conducirle a sobrevivir en dichos sistemas
estelares, pero al igual que a aquel partido de hace mucho tiempo … pueden llevarle a la desaparición de la
galaxia.
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