Es interesante lo expuesto en el artículo que a continuación
reproducimos, que viene a ratificar lo que desde hace tanto tiempo denunciamos
en este Blog.
EL FARO del Guadarrama,
6 de Abril de 2013
Falta de control y cabezonerías personales, síntomas del rumbo
perdido en Moralzarzal
Hay una cierta tendencia a
que, con el paso del tiempo, se pierda la perspectiva de las cosas, se caiga en
la dejadez e incluso en una falta de control que hace que los problemas
verdaderamente importantes cedan paso a cabezonerías personales con más sombras
que luces. Ocurrió en Collado Villalba con los gobiernos de José Pablo
González, empeñado en obras faraónicas y proyectos inútiles como el del
túnel-parking de Honorio Lozano, y ahora parece que también en Moralzarzal,
donde su alcalde, José María Moreno (PP), ha vuelto a resucitar -por enésima
vez- el asunto de Los Praderones, un
desarrollo urbanístico a varios kilómetros de casco urbano y lindando con zona
protegida.
Resulta del todo
incomprensible que el Ejecutivo local entienda que el futuro de este municipio
serrano deba ir por aquí, entregándose a un modelo absolutamente caduco. No es
sólo el estallido de la burbuja inmobiliaria, sino que, de cara al futuro, se
deben buscar otras opciones que no pasen únicamente por un desarrollismo que,
además, sólo generará nuevos gastos para un Ayuntamiento que, en términos
económicos, no está tan bien como sus responsables políticos quieren vender a
los vecinos.
Encargar un nuevo estudio
para la modificación de las normas urbanísticas en este y otros sectores es una
tremenda responsabilidad, propia de quien parece haber perdido la perspectiva
de las necesidades de un pueblo como Moralzarzal.
No podemos olvidar tampoco la
intención de crear un campo de golf
(por muy rústico que sea, al menos en primera instancia) en la Dehesa Vieja, polémico que está
recibiendo una fuerte contestación ciudadana, sin que hasta el momento el
Equipo de Gobierno se haya planteado su retirada.
En cambio, sí se han tocado
otros capítulos de carácter social, lo que no deja de ser un contrasentido en
una situación como la actual, mientras se mantienen las subvenciones para la
Escuela de Tauromaquia. No se puede negar de ningún modo la tradición taurina
de este municipio, pero quizá sea el momento de pensar hasta qué punto
beneficia a Moralzarzal o si se trata sólo de un capricho de un alcalde del que
es bien conocida su afición a los toros.
El último episodio en esta
errática trayectoria lo encontramos en el área de Medio Ambiente, donde un
error aritmético ha provocado que durante ocho años se haya estado pagando
aproximadamente un 27 por ciento más a la concesionaria del servicio de
limpieza, hasta superar los 900.000 euros, cantidad que ahora se reclama a la
empresa. Se trata de un síntoma de esa dejadez reinante durante tanto tiempo,
una alarmante falta de control que es aún más preocupante si tenemos en cuenta
que se trata de gestionar el dinero público.